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  • Foto del escritorMartha Patricia Pinzón Alarcón

IMPACTO AMBIENTAL: AFERRARSE A LA VIDA O DEJARSE VENCER


Fotografía: Agencia de noticias Reuters.


No sabía si escribir esta nota, pero sencillamente era difícil no dejarse afectar al ver las imágenes de Australia derrumbándose hacia la impotencia de no poder extinguir el fuego y ser testigo de la muerte de millones de animales.


La magnitud de este incendio vuelve a demostrarnos lo pequeños que somos los seres humanos ante la fuerza de la naturaleza, lo insignificante que podemos llegar a ser cuando se retornan las consecuencias por el desperdicio de los recursos naturales.


El hombre se ha encargado de generar grandes cambios en el funcionamiento natural del planeta, llegando así, a acabar con su propio sustento y siendo egoísta al extinguir el mundo de seres inocentes que sobreviven día a día, y quienes realmente intentan mantener y cuidar el equilibrio de sus hábitats. Los seres humanos quedaremos atrapados en el efecto invernadero, agotando y agotando el agua y oxigeno que nos mantiene vivos, sin refugio, sin nada.


Los incendios de Australia son la prueba de cómo se puede consumir todo en un instante, cifras de más de mil viviendas destruidas, millones de hectáreas desaparecidas, y nuevos animales por extinguirse. Es momento de abrir los ojos y entender que la prioridad es salvar vidas.


Los animales que vemos en las noticias son los que realmente se están aferrando a la esperanza, a la vida, a un nuevo comienzo, y se refleja en cada vídeo donde vemos a un voluntario-salvador que decidió arriesgarse por los animales para darles una nueva oportunidad.


Pero cuando finalmente vemos grandes corazones, pequeños koalas y canguros en refugios recuperándose, se voltea la cara hacia el sacrificio de más de diez mil camellos, porque representan una amenaza al intentar sobrevivir.


Leía la noticia “Por qué en Australia están sacrificando a miles de camellos disparándoles desde helicópteros” publicada en bbc.com el 09 de enero del 2020, y no podía creer cómo los argumentos eran que los camellos destruían los asentamientos humanos al buscar agua para sobrevivir, y por esto aprovechaban el momento en que el camello buscaba agua para matarlo. ¿Realmente es justo?, Cómo es posible que se permitan este tipo de actos cuando continúan muriendo los animales afectados por los incendios, donde los veterinarios también han tenido que decidir sacrificar a los animales que sufren por el dolor de sus quemaduras, y además ahora se están sacrificando animales que sobrevivieron y buscan insaciablemente hidratarse tras la emergencia. No logro entender o dimensionar la solución acogida por Australia para minimizar el riesgo. ¿Ustedes sí?


Sigamos el ejemplo de la naturaleza y los seres que la habitan, cómo se aferran a la vida, cómo desde las cenizas empiezan a aparecer colores que adornan las plantas, los árboles, y el suelo del hábitat que se rehúsa a morir. No permitamos más muertes infames, cuidemos el mundo que se nos asignó para vivir, propaguemos la emergencia climática en la que estamos, ya que la muerte es silenciosa, pero ya nos está gritando que nos queda poco tiempo.


MARTHA PATRICIA PINZÓN ALARCÓN

14/01/2020

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