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Foto del escritorMartha Patricia Pinzón Alarcón

NUESTRO VERDADERO REFLEJO


Mientras hoy me despertaba con la ilusión de culminar la semana, de que ya era viernes por fin, y de tener toda la intención de empezar con toda la actitud, el día sin IVA que se presentó hoy en Colombia, rompió rápidamente ese optimismo.

Esta mañana sentí como por primera vez reconocía mis rasgos y decidía iluminar mi rostro, ya que finalmente tuve tiempo de mirarme bien en el espejo para maquillarme con calma. Para nadie es un secreto que las mujeres, en su mayoría, en nuestra vida agitada, salimos corriendo todas las mañanas a trabajar y nos toca maquillarnos en el carro durante cada semáforo, y por ende, no podemos explorar y explotar nuestra propia belleza.

Nuevamente compruebo que no se necesita tener un baúl lleno de maquillaje, un set de brochas profesionales, todos los colores de sombras posibles o lo más costoso, sólo necesitas ver lo más simple para deslumbrar desde adentro. Siento que entre más natural o suave sea tu maquillaje, más auténtica serás. La idea es no volvernos irreconocibles sino visibles.

Todo lo anterior, para definir que el verdadero reflejo sale a la luz cuando menos te lo esperas. Es por eso que hoy vi un reflejo que se conoce, pero no se veía tan evidente como hoy. Cómo es posible que después de guardar más de tres meses en cuarentena, por un día sin IVA se pierda la consciencia, la dignidad y el respeto por la salud de sí mismos y de los demás.

Es impresionante ver los vídeos de la multitud de personas que decidió salir hoy a arriesgar su vida por comprar un electrodoméstico o algo que consideran de primera necesidad, porque si no fuera tan prioritario no se habrían arriesgado.

Es el reflejo de una sociedad que pide justicia, pide subsidios, pide tolerancia y pide respeto, y mientras se queja por no tener el dinero suficiente para poder alimentarse en casa, se vuelve esclava del egoísmo y consumismo desmesurado.

Lamentablemente por unos pocos, que hoy fueron demasiados, se generaliza que los colombianos somos ignorantes, y preferimos la muerte antes de la vida, porque claramente ante una alerta naranja por ocupación de las unidades de cuidados intensivos, el día de hoy comprobó que no importa nada si “yo me siento bien”.



Los invito a mirarse en el espejo y preguntarse quiénes son en este momento y qué esperan ser mañana, en una semana, un mes, un año o 10 años, o mejor aún, dónde estarán mañana, o en una cama en un hospital o disfrutando de su cama en su hogar.

No necesitamos llenarnos de cosas materiales, no necesitamos lo más grande ni lo más costoso, la cuarentena nos está enseñando que lo primordial en nuestra vida es nuestra familia, su salud y la nuestra.

MARTHA PATRICIA PINZÓN ALARCÓN

19/06/2020

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